Los estadounidenses tienen una manera muy interesante para decirle al hombre o mujer de la vida de alguien: “THE ONE”, el único o única. Para nosotros los cristianos es así también, hay un sólo único o única para cada uno. ¿Nadie tiene muchos “únicos”, verdad? Para nosotros, los cristianos, no es una cuestión de destino o estrellas sino deDISCERNIMIENTO de la VOLUNTAD DE DIOS. Ahora bien, ese discernimiento no es tampoco un estado de masoquismo, es simplemente que puedas ante las múltiples opciones que se te presentan en la vida diferenciar lo que Dios te manda, que a veces no es lo que quieres, de lo que el mundo te manda.
En relación al noviazgo cristiano, hay una cosa clara, tu “THE ONE” es con quien te pones frente a Dios con un sacerdote como testigo a hacer una alianza perpetua e indestructible. Antes de llegar a ese paso, tu tienes toda la potestad de elegir quien es tu “Unico”. Por eso siempre el padre pregunta “¿Vienes voluntariamente y sin ninguna presión a contraer matrimonio?”. Aquí no se vale pensar es que nos “tenemos que casar” porque ya tenemos X cantidad de años de novios y toda la familia se conoce, etc. etc. Casate por la única razón valedera: Estas convencida que ese hombre es el que el Señor te ha escogido.
Pero mientras llegas hasta allí, te van a ir surgiendo “diferentes prospectos” en el camino, hombre perfecto no hay (¡Solo nuestro Señor Jesucristo!), así que todos van a ser combinaciones de cosas buenas y malas, aquí el asunto es “¿tiene la combinación de cualidades y defectos que case con MI combinación?”. TU decides.
Para mientras disciernes, aquí te van algunas señales que te pueden ayudar en el proceso.
Relación Familiar. Observa como habla de su familia (si con rencor, indiferencia, amor, respeto, los idolatra, etc. etc.). Especialmente de sus padres, escucha, mira sus gestos, sus ojos, observa como si fuera en cámara lenta su cuerpo mientras lo hace, escucha cada palabra y analízala (uno bien sabe cuando alguien esta diciendo algo solo por impresionar). Es vital la relación familiar, porque ese “prospecto”, si te casas con el, será padre contigo y uno tiende a trasladar la vivencia familiar propia a sus hijos. Así que cuando lo veas junto a sus padres, mira como les habla y si los obedece o no.
Carácter. No te fijes tanto cuando las cosas le van bien. Nada tan ilustrativo de como es alguien como cuando le van mal. Escucha como habla de los que lo rodean en su trabajo o que estaban con el cuando comete un error. Si siempre se pone a si mismo de “víctima inocente”, es decir “todos tienen la culpa menos yo”, lo mismo hará contigo en un matrimonio, tu siempre tendrás la culpa de todo y el no. Observa mucho si tiene humildad, cosa vital en un matrimonio, si le cuesta perdonar, si es rencoroso. Observa.
Vicios. ¿Es un fiestero? ¿Cómo es su relación con el alcohol? ¡De drogas ni hablar!
Fidelidad. Sin comentarios, si de novio...
Uso responsable del dinero. ¿Siempre a la moda? ¿Te das cuenta que en un matrimonio, y sobre todo cuando vienen los hijos, ya no puedes mantener el mismo “estilo de vida”? ¿Podrá manejarlo? o es un esclavo de lujos, modas, aparatos electrónicos, su auto o no se cuantas cosas que al final NO serán prioridad ante una responsabilidad familiar. Que pasa si se queda sin trabajo ¿busca rápido o dice “me voy a tomar una vacaciones antes de empezar a buscar’?
Amor a Dios. Aquí si hay tela que cortar y de la gruesa. Veamos. Te diría que busques en las comunidades pero uno no sabe que planes tiene Dios con las personas, a mi mi esposa me encontró en un estado verdaderamente lamentable, en la peor crisis de mi vida. Con los de afuera, te digo algo: NO AMARRES (ligues o no se como se digá en tu país para aceptar ser su novia) hasta ver que de verdad tiene intenciones sinceras y sobre todo VOLUNTARIAS de seguir al Señor. No se vale poner de requisito para ser su novia el que vaya a las catequesis, porque va a ir por complacerte no porque el Señor le toque el corazón y tu y yo sabemos cuanto durará en comunidad entrando de esa manera. Tu lo invitas y de allí a esperar y observar, vuelvo y te insisto no empieces un noviazgo con alguien que solo ha ido a catequesis y ya, date tiempo de ver sus rectas intenciones. Con los de comunidad, mira que tan serio es en la comunidad, si de verdad tiene una relación seria con el Señor, o si solo anda “flotando” allí en medio del montón de gente. No te engañes con que ya casado lo arreglo, ¡mentira! si a los que se casan los dos en la iglesia les cuesta mantenerse, imagínate si entras al matrimonio solo con una pierna.
En esto de los “prospectos” las dos reglas de oro son: OBSERVA y date TIEMPO. La parábola del trigo y la cizaña (Mateo 13, 24-30) es una clara guía de a que estas llamada, no te apresures, estas tomando una decisión que marcará tu vida y la de tus futuros hijos, así que date tiempo para que el Señor te hable, has el trípode, escucha la voz de Dios porque es el único que te puede dar el discernimiento que necesitas para distinguir trigo de cizaña.
1 comentario:
me encantó este artículo,ojalá lo leyera toda mujer u hombre que este pensando en el matrimonio como algo serio,para toda la vida...=) cosa que ya muchos no hacen =( desgraciadamente.SALUDOS JORGE!!!
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